Aparcamos en Besande, buscando un sitio donde nos diese la sombra a la vuelta, nos aseguramos de que está vez no se nos olvida nada, dinero para tomar una cervecilla en Valverde, el pan y la comida, preparamos los dispositivos gps de los móviles, para guardar la ruta, y nos ponemos en marcha.
Seguimos las señales, estas rutas están muy bien señalizadas ya que son de los recorridos de las casas del parque, no tienen perdida....
Al poco de salir vemos un cruce que nos indica por donde se sube, según sus cálculos, 4,5Km y 2horas 40 minutos......tampoco es para tanto el desnivel nos parece a nosotras. Al poco tiempo el camino se va haciendo cuestarriba, camino....una especie de pista de piedras sueltas, incomoda e inclinada, y ahora si se nota el calor, la subida. Paramos en los pinos a la sombra, y miramos el mapa, tenemos que estar aquí...que no aquí...y el camino se suaviza y empieza a bajar.....uhy, esto no me hace gracia, hasta que llegamos a un cruze, y volvemos a ver los palitos de señalización, pues nada así a ojo nos hemos hecho 3km de más, menos mal que no tiene perdidas!!!!
A partir de aquí seguimos subiendo por un cómodo sendero, y después por una loma siguiendo los palos a los que ya no quitamos ojo, hasta divisar la cumbre del Arbillos, que no se ve hasta que no estás prácticamente encima. Reponemos energías, nos hacemos las fotos de rigor, y comenzamos a descender.
El último trozo hasta Valverde se nos hace un poquito largo, estamos deseando llegar. Cuando al fin entramos en Valverde, lo primero que preguntamos ¿el bar?, nuestro gozo en un pozo, hay una cantina pero está cerrada, podéis beber agua de la fuente nos dice el vecino......hoy que nos hemos acordado del dinero!!!!
Así que reponemos las cantimploras en la fuente (que por cierto tiene un agua muy rica), y nos sentamos en una sombra a dar cuenta de las viandas.
Ya solo nos quedaba el camino de regreso, que también se nos hizo bastante largo, sobretodo a alguna.....que se reconvirtio en alumna y no veía el fina (y no fui yo).
Llegamos al coche, que estaba a toda la solana, dimos un remojón a los pies en el río, que nos lo agradecieron y mucho, y en el camino de vuelta nos tomamos nuestra cañita, que nos la habíamos ganado.
Sin deudas
ResponderEliminarUna pena lo de la cañita en el bar....
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