miércoles, 29 de junio de 2011

INTEGRAL DE PEÑA LABRA

En matemáticas se define integral como la suma de muchísimas cosas diminutas,
Dicen que las matemáticas nunca fallan, pero en este caso no dieron ni una,
La ruta se podría llamar, antiintegral, es decir, una suma de pocas cosas enormes.

Esta integral consiste en hacer cima en 5 picos mayores de 2000 metros
Cresteando de uno a otro desde el Collao del Valdecebollas hasta el Peña Labra,
Pasando por el Cueto Manín, el imponente Cuchillón y el famoso Tres Mares.

La convocatoria estuvo bien, pero la ola de calor echó a alguno para atrás
Al final nos fuimos 11: Raquel, Mariví, Juan, Juanjo, Javi, Alvaro, Monty,
Churrero, Rodrigo, David Amurrio y Chao con nuestro autobusero Ciro.

Empezamos la ascensión a las 9,30h según horario, llegando al collao enseguida
Desde allí se veía la cima de Peña Labra al lado, a lo que alguno dijo: Chupao!!!!
La primera bajada cresteando entre dos provincias con el Sel de la fuente a lado

Pese a la ola de calor, la temperatura fue perfecta, con una brisa fresca todo el día
Alguno por Walky desde radio "Colifata" quería para a almorzar a las diez
A lo que nuestro abuelo con su sabiduria, hizo cambio y corto y esperamos un rato más.

Primera cima, Cueto Manín, todos seguíamos frescos, excepto Álvaro
Que según comentaron las lenguas ajenas, ya que la suya no se uso
Se había bebido medio Castrojeriz el viernes por la noche y no lo digirió muy bien

Parada a almozar y revisión de las notas que el presi nos paso en el bus
Pero da igual, porque no hicimos caso a ninguna, para variar (Juchi vuelve!)
Javi en esta ocasión, era el que llevaba el ritmo de la expedición de manera profesional!!

Segunda cima, el Cuchillón, punto más alto de la ruta y las fuerzas iban decayendo
A Raquel la hicieron daño las botas semi-nuevas y Alvaro tuvo usar electrolitos
Menos mal que el tío Juan, siempre lleva de todo, solo le falto la cinta americana.

A por el tercer pico, el Tres Mares, con las pistas de esquí detrás ¡QUE PENA!
Hicimos cima a las tres de la tarde y paramos a comer en la sombra de una caseta
Mientras el presi nos contaba la historia de los tres arroyos y sus tres mares.

Al salir de la cima una excursión de Cantabrones nos ocupó el sendero,
Las fuerzas falqueaban e hicimos grupos, los primeros hicieron cima en Peña Labra
El resto lo hicieron más despacio y el Chao que hizo cima solo echando una mano atrás

Después de la cima del Peña Labra, encontramos el sendero de bajada
Muy bien marcado pero con muchas escobas y maleza en el camino
En un pilón al final nos juntamos todos de nuevo, limpiando los pinreles

Poco a poco bajamos por el valle hasta el aparcamiento de Piedrasluengas
Allí estaba Ciro con nuestras neveras llenas de Aquarius frescos
En nueve horas completamos los casi 19 km de montaña de esta Integral

El resultados fue muy positivo, vistas inmejorables, día perfecto, ambiente envidiable
Marivi y Juan que iban de nuevos-veteranos como dos chavales que es lo que son
Churrero y Juanjo con los Walkys como dos montañeros con Gore-Tex nuevo
Javi y Álvaro abriendo brecha como si lo conociesen y tomando las mejores decisiones
Monty y David como invitados especiales dando un alto nivel y ayudando a tope
Rodrigo con su sabiduría nos iba instruyendo y la Ra aportando ese toque alegría que la caracteriza
y el pesao del Chao con los papeles y los mapas explicando las chorradas que lee
y siempre echando en falta a la Juchi para discutir las alternativas y las montañas

Repetiremos!!! Las fotos las pondré cuando nos las pasen


Algunas fotos de aquel día






lunes, 27 de junio de 2011

FELICIDADES DAVID


FELICIDADES DAVID!!
Después de la paliza de ayer en la Integral de Peña Labra, el Club te desea que cumplas muchos más

Hasta la siguiente

martes, 7 de junio de 2011

ESPIGÜETE

Los protagonistas de esta aventura son Raquel, Patricia, Judit, Javi, Juanjo, Álvaro, Daoiz y el que escribe estas líneas. Destino: el mítico Espigüete, la roca de la montaña palentina. El día: el último, que no el primer domingo del mes de mayo, que si hubiera sido así en la cima del pedrusco nos hubiera esperado el pan y el quesillo.
En torno a la fuente, lugar clásico de reunión de los montañeros de la comarca, planeamos nuestra expedición hacia el Anapurna palentino. Sol y sombras asomaban en el horizonte, pero con determinación (entiéndase, un par de güebos)- virtud que caracterizaría la jornada-, enfilamos la carretera camino de nuestro primer avituallamiento, la panadería de Carrión, donde hacen unos bizcochos para chuparse los dedos. Aunque de lo que nos surtimos fue del pan nuestro de cada día. Avanza la mañana y nos íbamos aproximando hacia nuestro destino. Diáfano e imponente asomaba la piedra, que momentos despúes deberíamos abordar. Antes la pregunta, ¿por dónde subirlo? .Decidimos afrontarlo por el albergue. Aparcamos y nos fuimos enfundando nuestro equipo, “tú me das cremita, yo te doy cremita”, sin faltar la camiseta naranja del club Alcubilla, que yo no pude portar por estar en fase de pruebas (después recordé que tenía una del mismo color de Port Aventura, que podía haber ido a juego).
Organizamos la logística: Javi y el otro conductor llevamos uno de los coches a Cardaño de Abajo, que a la postre agradecimos sobremanera (tiene narices que en el pueblo tuve mis problemas para dar con Javi y eso que eran dos calles). Regresamos y empezó la aventura. En la cima nos esperaba la ensalada de pasta de la Patri, que traía para nosotros pero también para todos los posibles montañeros que nos encontrásemos. Desde un comienzo se notaron ciertas disensiones ante las alternativas de ascenso, que se tradujeron en que unos subieron al albergue por el trayecto corto y empinado; y otros optaron por una ruta más larga y tendida, que con un poco de suerte nos lleva hasta la cascada de Mazobre. Más arriba del albergue nos agrupamos para continuar el trayecto juntos.
En la montaña te puedes escontrar de todo, desde águilas, corzos y también otros animales de la jungla de asfalto, como un fasero. No pudimos resistirnos a preguntarle por nuestro fasero más internacional, que no pudo o quiso acompañarnos por estar celebrando su cumpleaños, que era tres días después (ni los gitanos dedican tantos días a celebrar sus bodas). No le conocía, pero resulta lógico debido al poco tiempo que lleva en la factoría palentina y a que debe haber más gente allí dentro, que entre Villalaco y Astudillo juntos.
Mientras tanto el cielo reluciente de minutos antes, se había encapotado y las primeras gotas de lluvia amenazaban con aguarnos el día. Y como anuncio de la que se nos podía venir encima, unos fuertes martillazos alertaron a nuestro tímpano de que lo más aconsejable era abortar la misión. Pero surgieron nuevamente diferentes opciones: la de los inconscientes- seguir subiendo, para ver como evolucionaba el tiempo-, y la de los prudentes- que optaron con gran sabiduría en descender lo ascendido y dejar para otro día más despejado tan arriesgado empeño.

Y aquí se dividió el grupo. Álvaro, Javi y Rodrigo, a los que se unió un rezagado “Chao”, abordamos el temido Espigüete por la ruta de la arista. Como acompañante incordiante, el sonoro retumbar de los truenos que parecía concentrarse en el pico Murcía, el Peña Prieta y las agujas de Cardaño. Poco a poco ascendimos por el espectacular pasillo de piedra- no apto para los que padecen de vértigo- como prueba de fe, al puro estilo “indiana jones”. Al fondo se veía la cumbre, el renombrado Espigüete no parecía para tanto, no nos habíamos puesto a sudar y ya estábamos arriba. Pero como el que cuenta un chiste que no hace gracia, cuando alcanzamos el punto que creíamos la cima, descubrimos detrás otro pico rocoso mucho más alto. Y así dos veces más, hasta que alcanzamos un punto, que por ver que había un poste (al que no tardó Álvaro ni un segundo en subirse), creímos que se trataba del punto más alto de la roca. Desde arriba, se veía un pequeño chozo y lo que nos extrañó más, “ovejas” de pelaje naranja, que supusimos de la raza alcubillana (que ya empieza a ser autóctona de la zona). Metros antes, desfilamos entre las ya demasiadas placas conmemorativas de los que dejaron su vida por llegar a donde nosotros estábamos; la mayoría de desconocidos, pero por desgracia ya alguna de conocidos y amigos. La cumbre nos recibió con las únicas gotas que nos mojaron en todo el camino, lo que provocó que nuestra estancia allí fuera breve, pero intensa. Las consabidas fotos de grupo, otra con la pancarta del club Alcubilla y un sencillo memorial por nuestros amigos Juanma y Alberto . Afrontamos el descenso, que si en principio parecía “pan comido”, a la postre fue mucho más duro que el ascenso, al menos para los que padecemos de sobrepeso tipo I (toda la semana estuve con una agujetas de agárrate y no te menees). Álvaro y Javi demostraron su gran adaptación al medio, y si no fuera por esperarnos en media hora ya estaban tomando su cervecita en Cardaño de Abajo. El descenso rompepiernas y también culos ( y si no pregúnténselo a mi pantalón) llegó a su fin. Y ya en el pueblo cogimos el transporte para reencontrarnos con el resto de la expedición en el puente Agudín, que no de Don Guarín, donde nos dispensaron todo tipo de agasajos. La fresquita cerveza con limón, las anestesiantes aguas del río aptas para adormecer las doloridos pies y las destrozadas piernas, y lo más importante, la ensalada de pasta de Patri, que si no comimos arriba, al menos nos esperaba abajo, con todo el resto de avituallas traídas de nuestras casas.
De regreso el gran chaparrón descargado en Guardo, como si no hubiese llovido en meses, nos hizo pensar en lo que nos podía haber pasado arriba en la montaña, sin más protección que nuestro cuerpo –probablemente, Raquel fue la única en no hacerlo, aprovechando el viaje para echarse una cabezadita-.
El Zeus, no el del Olimpo, sirvió como punto de intercambio de impresiones y como buen colofón de la jornada. Por la noche a descansar y al día siguiente, agujetas.
P.D. Mi agradecimiento a los del club Alcubilla por acogerme. Me lo he pasado genial y habrá que repetirlo.
Eso sí, con mejor tiempo.

Gracias Rodrigo, por supuesto que lo repetiremos








miércoles, 1 de junio de 2011

FELICIDADES CHURRE


Felicidades Churre!!! 32 tacos que tiene el chaval y tiene las articulaciones más sueltas que un chaval de 16.
Es una pena que el chaval no duerma, si lo consiguiese estariamos antes Juanito Oiarzabal II