lunes, 9 de diciembre de 2013

PICOS DE EUROPA - Cabaña Verónica

Aprovechando el buen tiempo que nos iba a brindar el puente y con medio Club de viaje, algunos decidimos hacer otra escapada a pisar nieve, pero esta vez que tenemos varios días nos decantamos por Picos de Europa.

El domingo preparamos las raquetas, polainas, guantes,... y al cable de Fuente Dé con la intención de llegar a Cabaña Verónica, la mañana está fría, ha helado y la sensación térmica con la humedad es muy poco acogedora pero el día está muy despejado y tiene una pinta inmejorable.

Nos colocamos las raquetas nada más "aterrizar" con el "teleférico" y poco a poco empezamos a adentrarnos por la Vueltona siguiendo las marcas de los más madrugadores y teniendo que cambiar las cazadoras por la crema solar a la primera de cambio.


La cantidad de nieve en algunos puntos es increíble, aunque según los lugareños tiene que volver a nevar.



Tenemos tramos de nieve blanda que complica la vida a los que no usan raquetas y en muchos tramos la dureza de la nieve helada hace que tengamos que clavar las puntas de las raquetas en modo "crampón".
Nos vamos adentrando y lo que en verano son largos zigzags con nieve, ahora son subidas rectas que nos hacen sacar la lengua en alguna ocasión.


Parece que ya hemos sorteado todo el desnivel, nos toca avanzar un poco hasta el siguiente collado donde ya se vislumbra al fondo un diminuto iglú metálico 


Una vez en el último collado, tenemos el refugio a tiro y subimos directamente, teniéndonos que quitar las raquetas en la última parte porque la roca afloraba sobre la nieve, prueba superada y una buena cerveza fresca con una tortilla fue la recompensa.
Allí conocemos al guarda que vive allí de continuo, en un cacho de portaaviones americano que subieron en caballo en el año 1961 (enlace de la historia) con 3 literas para 6 personas a 2325 metros, increible!! sobre todo en invierno.




La vuelta la hicimos sin raquetas, ya que la bajada aunque nos hundíamos es más rápida y divertida sin ellas a consta de mojarte y correr el riesgo de un resbalón o pisada en falso.
Ruta increíble por la nieve, con la siguiente reflexión "Tenía que haber una cabaña Verónica en cada pico, a 3 euros la cerveza aquí está tirada de precio", que se lo digan al Melé por Pirineos.
Volvimos con un sabor de boca inmejorable, pero mejores fueron las noticias que recibimos al llegar, tenemos al primer alcubillín!!!

Nos seguiremos viendo por la nieve
Raquel y Chao

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