miércoles, 5 de febrero de 2014

MAÑANA DE NIEBLA, NOCHE DE PASEO - III NOCTURNA

Hay días que te levantas de la cama y luego piensas que bien habría hecho quedándome en ella. Probablemente eso es lo que pensó Álvaro, tras aventurarnos el sábado 25 de enero por vigésimo … no sé, ya he pedido la cuenta, intento de ascender el Torreón de Valdecebollas  y después de haberse metido entre pecho y espalda una buena chuleta, según él, y tan solo cuatro horas de sueño.

Todo empezó, como es frecuente, en la plaza de Astudillo. No había helado, buena noticia. Chao, Álvaro y el que suscribe embarcaron destino a Brañosera. A medida que el perfil de la montaña se nos iba aproximado éramos conscientes de los grises nubarrones, que no hacían presagiar nada bueno. Las quitanieves habían limpiado la carretera hasta el primero de los aparcamientos. No parecía día de grandes aglomeraciones. Un solo coche nos precedía en nuestra aventura. Sin necesidad ajustamos nuestro vehículo al ya existente y en un periquete nos pusimos rumbo al albergue abandonado o malograda estación de esquí del Golobar. 

Nos esperaban algo más de tres kilómetros y los comenzamos con botas, pero la abundante nieve nos obligó a terminarlo con raquetas. En el Golobar nos encontramos con los montañeros del otro coche, con buena camaradería cruzamos unas palabras y nos tildaron de chiflados al hacerles partícipes de nuestra intención de subir al Valdecebollas. La verdad es que el día había empeorado sustancialmente, aguanieve y  niebla no invitaban a disfrutar del ascenso. Pero los alcubilleros somos gente dura, muy dura, y también algo inconsciente, así que nos encaminamos hacia la cumbre, 400 metros por encima de donde nos encontrábamos. Si bien es cierto que para el ascenso se nos unió un cuarto miembro al equipo, que a la postre resulto ser decisivo para acometer nuestro objetivo. Se trataba de un perro. Por sus ascensos rápidos, sus caídas en rodillo, sus revolcones en la nieve, sus deslizamientos de culo observamos que se lo estaba pasando en grande. Al animal le dio tiempo a subir al Torreón y bajar al menos dos o tres veces, pero como buen compañero de cordada mantuvo el ritmo de la marcha, sin querer demostrar su sobrada capacidad. Con gran esfuerzo y no poco frío alcanzamos el collado  Sestil (2042 m), pero a la ya difícil situación metereológica se añadió un nuevo plus, un viento huracanado que parecía arrastrar nuestros cuerpos como si se tratase de hojas caducas. Abortamos nuestro plan inicial. La cumbre del Valdecebollas se nos volvía a resistir; a pesar de tenerla a un tiro de piedra, la niebla nos impedía la vista.


 Emprendimos el descenso. Cansados, empadados y helados alcanzamos el deseado aparcamiento. Al llegar se había llenado todo el parking de coches y de familias que venían a disfrutar de la nieve. Con celeridad nos cambiamos de ropa, ¡hasta los calzoncillos estaban empadados !. Nos despedimos del perro golobareño, con el que Chao había hecho buenas migas. Y nos dirigimos al San Roque para tomar un buen café calentito y poder disfrutar del avituallamiento reservado para la marcha. Pero ¡quién tenía valor para quitarse los guantes!. Esa fue la razón de que no haya mucho material gráfico de esta ruta.

Ya por la tarde todo cambió. En Astudillo el tiempo era una bendición, no hacía frío y ni siquiera hacía viento. Punto de encuentro el bar Bronx. Ismael, puntual, hacía de anfitrión para los otros miembros del club y para los amigos, que habían querido acompañarnos en esta nueva edición de la ruta nocturna y con esta ya son tres años.

El recorrido empezó en la ribera del Pisuerga para hacer cima en ALCUBILLA, a partir de aquí bajo la orientación de Luis Angel, llegamos hasta el borde de Valbonilla y atravesando los recién sembraos llegamos hasta el camino que nos lleva a Pedrosa donde paramos a reponer fuerzas en el bar y dar cuentas de las viandas que teníamos allí preparadas.


 Básicamente tener una excusa para darnos una buena cena. Vamos como el resto de eventos de club, no es algo que salga de lo normal. Esta aventura fue mucho más acogida que la de por la mañana, nos juntamos Javi Vargas, Varona, Juchi, Raquel, Tato y Laura, Illana, Javi y Luis Angel Pérez, Ana Manso, el futuro papá Juanjo, Ester, Churrero, y los tres valientes montañero: Chao, Alvaro y Rodri.





Nos vemos en la siguiente

lunes, 13 de enero de 2014

CORISCAO? Vendabal! Valle de Guspiada

Después de los temporales navideños tanto de villancicos y champán como los de lluvia y viento empezamos el año yendo hacia el Coriscao con las raquetas, una cima sencilla y muy agradecida.

Aunque el sábado hizo un día veraniego y algunos estuvimos corriendo por el monte de Palencia, el domingo el tiempo se complica, pero tiramos para el Collado de Llesba el Mele, la Juchi, Rodrigo, Javi y yo (Chao) con una niebla por Saldaña que no veíamos a un metro y pensando ¿a dónde vamos?.pero de repente al pasar Velilla nos sale hasta el sol, cómo no!!!!

Vamos subiendo al puerto de San Glorio y se empieza a notar una leve brisa que se empieza a convertir en un vendaval cuando llegamos al collao, el viento casi nos vuelve las puertas de coche, lógicamente no podemos subir (aunque algunos lo estuvimos dudando por unos instantes) con lo que tenemos que bajar a tomar un café y planificar una ruta para tener una excusa para comer.

Así empezamos un agradable paseo por el valle de Guspiada llegando hasta el sestil (¿Alguien sabe lo que es un sestil?) y un prado con unas montañas al fondo que nos dejo muchas ideas para el futuro....


Es impresionante la cantidad de torrentes de agua que brotan por cualquier parte y el caudal que llevan los arroyos que salen de cualquier piedra, llegando a tener verdaderas dificultades para sortearles.
Bajamos a un refugio que teníamos localizado para comer y donde poder hacer una pequeña hoguerilla para comer aunque no lo logramos por lo húmeda que estaba la leña, así que comimos a la puerta.
En ese momento el tiempo empezó a cambiar y empezó a llover por lo que a media comida recogimos y para abajo llegando al arroyo donde Rodrigo y un servidor resbalamos y nos dimos un pequeño chapuzón.


Bajamos para el coche, nos cambiamos y nos fuimos a acabar de comer y a tomar un café, en un día triste de invierno y con la sensación de no haber podido lograr la cima deseada por el tiempo, pero así es la montaña! y seguimos esperando a ver si nieva!!!

Lo intentaremos de nuevo
Nos vemos en la siguiente
Mele, Juchi, Rodri, Javi y Chao



martes, 31 de diciembre de 2013

SAN SILVESTRE ASTUDILLANA

El pasado 29 de Diciembre los Alcubillanos corrimos la San Silvestre de Astudillo, algunos con mucho arte




lunes, 23 de diciembre de 2013

LLEGANDO AL PICO CUARTAS

Llegan las merecidas vacaciones para algunos y nos juntamos con expertos montañeros de la SIRO para hacer una rutilla invernal por la montaña palentina, aunque de rutilla no tenía nada, ascensión al pico Cuartas con raquetas... 1255 metros de desnivel.

La mañana se nos presenta buena, el día está claro y no hace viento. Un cafetito en Velilla para comprar el pan y llegamos a Cardaño de Arriba sobre las 10.30. Nos preparamos el material (alguno no llevo polainas) y empezamos la ruta desde el aparcamiento sin raquetas porque había muy poca nieve, seguimos el camino compartido con el pozo de las Lomas mientras vamos charlando distendidamente.



Al llegar al puente, decidimos ponernos las raquetas, día de estreno de raquetas para algunos que se adaptaron al momento y a partir de aquí la ruta, que ya no está marcada, la vamos trazando a nuestra manera.


A partir de este punto hay que cruzar un río e intentar ir por zonas que la nieve sea buena y no pillar zonas de escobas donde la nieve está hueca y así lo intentamos.
Primer repecho fuerte para llegar al primer collao donde nos ponemos cerca de los pies de la montaña y se va notando que la ruta es exigente, valoramos los tiempos y decidimos que va a ser muy difícil hacer la cima, nos quedan dos horas para librar 500 metros, por lo que "decidimos" tirar algunos para intentarlos y salimos a la aventura Rodrigo, Varona y yo (Chao).
Las vistas del día eran increíbles con unos tonos en Blanco y Negro como si se hubiese perdido el color.


Empezamos a subir por una canal muy sencillita pero pronto empieza el fuerte desnivel (hasta un 45% en zonas), zonas de nieve hueca, zonas de nieve helada,... pero a ritmo suave y constante avanzábamos y la primera cima que veíamos en vez de acercarse parecía que se alejaba.




Sobre los 2000 metros empieza la zona de roca y la falta de nieve en algunos casos, nos obliga a quitarnos las raquetas y avanzar con ellas en la mano, aunque luego las dejamos en una roca. Después de una buena sudada, llegamos a la cima! pero no a las Cuartas, sino a otra que no conocemos su nombre, situada justo a la izquierda del Cuartas en el mismo collado, con una altitud de 2350 metros.



La bajada fue rápida con zonas de culo-esqui y zonas de nieve blanda. Cogimos de nuevo a los compañeros que habían estado practicando con el piollet en las bajadas y bajamos juntos.


Deshicimos el camino andado con los pies un poco frescos de alguno que tuvo que bajar un poco más rápido por problemillas de hipotermia, Rodrigo nos sorprende cada día.

Recogida y una comida al calor del bar en Compuerto regado con unas buenas cañitas.
Un día formidable con una compañía y unas vistas inmejorales, gracias por clases Mariano!
Si alguien nos ayuda a descibrar el pico que hemos subido se lo agradecemos, sería el punto 7 de este mapa



lunes, 9 de diciembre de 2013

PICOS DE EUROPA - Cabaña Verónica

Aprovechando el buen tiempo que nos iba a brindar el puente y con medio Club de viaje, algunos decidimos hacer otra escapada a pisar nieve, pero esta vez que tenemos varios días nos decantamos por Picos de Europa.

El domingo preparamos las raquetas, polainas, guantes,... y al cable de Fuente Dé con la intención de llegar a Cabaña Verónica, la mañana está fría, ha helado y la sensación térmica con la humedad es muy poco acogedora pero el día está muy despejado y tiene una pinta inmejorable.

Nos colocamos las raquetas nada más "aterrizar" con el "teleférico" y poco a poco empezamos a adentrarnos por la Vueltona siguiendo las marcas de los más madrugadores y teniendo que cambiar las cazadoras por la crema solar a la primera de cambio.


La cantidad de nieve en algunos puntos es increíble, aunque según los lugareños tiene que volver a nevar.



Tenemos tramos de nieve blanda que complica la vida a los que no usan raquetas y en muchos tramos la dureza de la nieve helada hace que tengamos que clavar las puntas de las raquetas en modo "crampón".
Nos vamos adentrando y lo que en verano son largos zigzags con nieve, ahora son subidas rectas que nos hacen sacar la lengua en alguna ocasión.


Parece que ya hemos sorteado todo el desnivel, nos toca avanzar un poco hasta el siguiente collado donde ya se vislumbra al fondo un diminuto iglú metálico 


Una vez en el último collado, tenemos el refugio a tiro y subimos directamente, teniéndonos que quitar las raquetas en la última parte porque la roca afloraba sobre la nieve, prueba superada y una buena cerveza fresca con una tortilla fue la recompensa.
Allí conocemos al guarda que vive allí de continuo, en un cacho de portaaviones americano que subieron en caballo en el año 1961 (enlace de la historia) con 3 literas para 6 personas a 2325 metros, increible!! sobre todo en invierno.




La vuelta la hicimos sin raquetas, ya que la bajada aunque nos hundíamos es más rápida y divertida sin ellas a consta de mojarte y correr el riesgo de un resbalón o pisada en falso.
Ruta increíble por la nieve, con la siguiente reflexión "Tenía que haber una cabaña Verónica en cada pico, a 3 euros la cerveza aquí está tirada de precio", que se lo digan al Melé por Pirineos.
Volvimos con un sabor de boca inmejorable, pero mejores fueron las noticias que recibimos al llegar, tenemos al primer alcubillín!!!

Nos seguiremos viendo por la nieve
Raquel y Chao